31 de març, 2010

Barcelona pierde capital humano

Pablo ya se encuentra en Montreal. Después de un par de días, cuando las lágrimas de más de uno ya se han secado, ya me veo con coraje de escribir cuatro renglones sobre su marcha. Es una marcha relativamente corta, pero 6 meses se notan.
Cuando conocí a Pablo ya tenía una predisposición muy positiva. En la Residencia se hablaba de él como una persona a la que es imprescindible

conocer. Y de hecho es así. Alguno ha usado la palabra "raro", pero como siempre he pensado, los raros los son por el hecho de estar por encima (en su caso "muy" por encima) de los demás, de los que denominamos normales. Si fuera por debajo utilitzaríamos el antónimo de lo que es.

Pablo es capaz de hacerte reir a carcajadas, de meterte la bronca (políticamente correcta) de tu vida y de hacerte pensar como nadie lo puede conseguir con su edad. Barcelona pierde durante una temporada mucho capital humano. No por su propia inteligencia, que es mucha sino porque hace más inteligente y mejor persona a quién tiene al lado.

Pablo, no importa desearte una feliz estancia en Montreal, porque no lo necesitas. Montreal ganará mucho contigo allí y tú te lo pasarás en grande. En este viaje solamente pierde Barcelona y los que te conocemos.
P.D.: Siento mucho no haber encontrado una foto con Joan.

2 comentaris:

  1. És una immensa sort tenir amics, bons i autèntics amics. Però si, a més a més, són d'aquestes persones que treuen el millor de tu, aleshores has tocat amb un dit en el cel :)
    Amb aquestes paraules que dediques al teu amic Pablo queda prou clar que tots dos sou afortunats en l'amistat. Enhorabona!
    (I molt bo el "post", per cert, molt bo!)

    ResponElimina
  2. Jooo, muchas gracias por la entrada que me dedicas. Más allá de lo de echar la bronca, que es verdad, me parece un poco exagerado el resto de cosas... :P ¡Os echaré de menos!PD: Aunque parezca peloteo por haberme dedicado el post, lo cierto es que está muy bien escrito

    ResponElimina